Foto cortesía de www.freedigitalphotos.net
Desde hace tiempo surgió la idea errónea de que si consumes grasas engordas, la verdad es que el verdadero problema lo provoca un consumo de calorías más elevado del que tu cuerpo requiere.
No es secreto que este tipo de “rumores” que se propagan crean costumbres o hábitos que hacen que aumentes kilitos de más y todo ¡sin que lo notes! Sigue leyendo y descúbrelos.
1. Ingerir refrescos “light” o “sin azúcar”
Según una investigación hecha en 2005, consumir una o más bebidas gaseosas por día incrementa los riesgos de obesidad en casi un 33%.
Sin embargo, los refrescos light tampoco son la mejor elección, ya que la cantidad de sustancias y edulcorantes artificiales que incitan a que comas de forma no moderada los otros alimentos.
Según una investigación hecha en 2005, consumir una o más bebidas gaseosas por día incrementa los riesgos de obesidad en casi un 33%.
Sin embargo, los refrescos light tampoco son la mejor elección, ya que la cantidad de sustancias y edulcorantes artificiales que incitan a que comas de forma no moderada los otros alimentos.
2. Consumir comidas “bajas en grasa”
Debes saber que, los alimentos que se distribuyen en los supermercados como “bajos en grasa” o “sin grasa” son los más perjudiciales ¿por qué? Debido a que te “ahorran” calorías que serán reemplazadas por hidratos de carbono que se digieren rápidamente, incrementan el azúcar en tu organismo y estimulan el apetito.
3. Tomar alcohol
Quizás hasta ahora habías ignorado que ingerir este tipo de bebidas podrían ejercer una influencia en tu peso, y la respuesta es que sí, debido a que cada vez que tomas alcohol tu cuerpo se ocupa se procesar lo tóxico de éstas y por ende deja de metabolizar la comida.
4. No dormir lo suficiente
Hay estudios que afirman que las personas que duermen menos de 5 horas tienden a acumular más grasa abdominal que aquellas que sí descansan las horas que necesita su organismo. Si quieres mantener un peso estable, lo mejor que puedes hacer es dormir entre seis y siete horas.
5. Comer fuera del horario correspondiente
Cuando te saltas las comidas se amplían las probabilidades de gordura, especialmente si no desayunas. Esto es así porque se disminuye el ritmo del metabolismo y el apetito aumenta, por lo que comerás en exceso en el almuerzo o la cena.
Ahora que sabes que estabas aplicando este tipo de hábitos incorrectos en tu vida ¿Qué esperas para adelgazar y ponerte en forma? ¡Este es el momento!
Escrito por: Arnellys Prado
Para: www.quenoticiasmaslocas.com
Twitter: @Arnellys_
