El cantante mexicano Alejandro Fernández estuvo a punto de vomitar a sus mariachis el pasado sábado en medio de un concierto en la Feria de Puebla, México, al que acudieron más de 6.000 personas.
Todo marchaba con normalidad hasta que uno de sus seguidores le ofreció un chupito de tequila, que debía de ser muy fuerte, a juzgar por la reacción de el «Potrillo». A los pocos segundos comenzó a sentir náuseas y tuvo que abandonar el escenario para vomitar, algo que quedó inmortalizado por sus seguidores.
A su regreso, el cantante pidió disculpas diciendo que el tequila "estaba muy fuerte", aunque varios medios locales y los propios asistentes apuntan a que Fernández estaba borracho ya antes del concierto.
El hijo de Vicente Fernández no solo sufrió este percance. Al parecer se olvidó de la letra de varias canciones durante el concierto, hecho que también dejaron por escrito sus seguidores.
"¡Gracias Puebla por dos noches espectaculares! La próxima vez que me den un tequila en el Palenque, ¡que sea Herradura!", bromeó desde su cuenta.
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